El cabello graso es una preocupación común para muchas personas. La sensación de tener el cabello pesado, sin vida y con aspecto de sucio, puede ser frustrante y afectar nuestra confianza. En este artículo, exploraremos las causas detrás del cabello graso, así como los cuidados adecuados para mantener el cuero cabelludo equilibrado y saludable.
¿Por qué se produce el cabello graso?
El cabello graso es el resultado de la producción excesiva de sebo en el cuero cabelludo; por lo cual, debes tener en cuenta que es una patología que comienza en nuestro cuero cabelludo (valga la redundancia).
El sebo, es una sustancia natural que producen las glándulas sebáceas, y tiene como objetivo proteger y humectar el cuero cabelludo y cabello en toda su extensión.
Cuando el sebo se produce en exceso, obtendremos como resultado un cabello con aspecto sucio, y donde más se hará notar es en el cuero cabelludo.
Principales causas del cabello graso:
La predisposición genética puede influir en la producción de sebo. Si tus padres tienen cabello graso, es más probable que también lo tengas.
Hormonas:
Los cambios hormonales pueden desencadenar un aumento en la producción de sebo. Esto es especialmente común durante la pubertad, el embarazo y la menopausia.
En estos dos puntos, si tienes dudas consúltalo con tu médico de cabecera o dermatólogo, ya que requieren de un cuidado especial. Es necesario diagnosticar bien el cuero cabelludo y la fibra capilar para poder tratarlo de la manera adecuada.
Factores externos y ambientales:
El clima cálido y húmedo puede estimular la producción de sebo. Además, la exposición a la contaminación, a la calefacción o aire acondicionado, y el uso de productos capilares inadecuados, pueden contribuir al cabello graso.
Los malos hábitos:
Naturalizar el mal lavado, es uno de los factores que más se ven día a día en peluquería.
Puedes tener el cabello graso, por razones no tan complejas; simplemente es porque te estás lavando mal el cuero cabelludo y la fibra capilar por falta de conocimiento de una técnica adecuada, o por utilizar productos que no son compatibles, y no es porque tengas una patología de base.
Hay personas que ni siquiera entienden la importancia de una correcta higiene del cuero cabelludo, por el hecho de que están apuradas o no hay tiempo para eso. Por ende, lo que se consigue, es que le cabello se engrase con mayor facilidad, y tenga aspecto de sucio o sensación de pesado. Muchas veces esta situación se da por una acumulación de productos mal diagnosticados por el profesional que atiende tu cabello, o porque tomaste la recomendación de “tu amiga” de que tal o cual shampoo le deja lindo el pelo.
Ni hablar de que la gran mayoría de las personas, se colocan los acondicionadores y tratamientos directamente en el cuero cabelludo.
Cuidados y consejos para el cabello graso
Es importante seguir una rutina de limpieza y cuidados adecuados para mantener el cuero cabelludo limpio y equilibrado.
Aquí tienes algunos consejos útiles:
Limpieza regular: Lava tu cabello con shampoo de limpieza profunda, que ayude a eliminar el exceso de sebo y residuos de productos, sin resecar el cuero cabelludo. Podes combinar este shampoo con otro que sea especifico para tu cabello, como por ejemplo un shampoo para cabello teñido o decolorado. Masajea el cuero cabelludo suave, pero firme, con la yema de los dedos; no utilices las uñas durante el lavado; enjuágalo bien con abundante agua tibia. Que no quede ningún residuo de producto antes de continuar con el lavado.
Es muy importante que enjuagues adecuadamente cada producto que coloques en tu cabello. Parece una tonteria, pero es necesario que te lo diga y te lo vuelva a repetir: “¡enjuaga bien tu cabello!”
Frecuencia de lavado: es posible que tengas que hacerlo todos los días o día por medio. Ten en cuenta que, todos somos diferentes y tenemos diferentes necesidades para cuidar nuestro cabello. Consulta siempre con el profesional que atiende tu cabello; es quien conoce tanto tu fibra capilar como el tipo de cuero cabelludo; caso contrario, puedes consultarlo con el dermatólogo.
La frecuencia de lavado, también dependerá de los procesos químicos que tenga tu cabello, sea coloración, decoloración, alisados, etc.
Evita el uso excesivo de acondicionadores pesados:
Elige acondicionadores ligeros. No los apliques en el cuero cabelludo. Céntrate en medios y puntas, luego utiliza en peine o cepillo para distribuirlo correctamente hacia las raíces. Esto ayudará a hidratar el cabello por completo, sin aumentar la grasitud en el cuero cabelludo. También puedes optar por acondicionadores sin enjuague en spray. Recuerda: los acondicionadores o tratamientos NO deben tocar el cuero cabelludo.
Los secadores, planchas y bucleras o rizadores, puede estimular la producción de sebo. Limita su uso y, cuando los utilices, aplica un protector térmico para minimizar el daño.
Evita cepillar tu cabello con demasiada frecuencia, ya que esto puede distribuir el sebo desde las raíces hasta las puntas, dejando tu cabello aún más graso. Utiliza un peine de dientes anchos para desenredar suavemente el cabello.
No toques tu cabello constantemente:
El contacto frecuente con las manos puede transferir aceites y suciedad, empeorando la situación.
Alimentación equilibrada:
Una dieta saludable y equilibrada puede influir en la salud de tu cabello. Consume alimentos ricos en vitaminas y minerales, como frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables. Bebe suficiente agua para mantener tu cuerpo y cuero cabelludo hidratados. Somos lo que consumimos, no lo olvides.
Recuerda que es fundamental conocer las técnicas de lavado adecuado para tu tipo de cuero cabelludo, conocer los productos que puedes utilizar y adaptarlas a tus necesidades personales, para mantener siempre el cabello limpio, saludable y brilloso.
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